jueves, 3 de marzo de 2011

sonetos lascivos,blasfemos e intensamente eróticos

El soneto escrito es un concierto
por la vibra sonora que circula
Ése néctar amargo que eyacula
y se deja fluir como río incierto.

El verso que lo tensa y lo eriza
es el aliento que me incita al deseo
de saber que de aquél solo poseo
el sudor que me moja y erotiza.

El poema es ya como esa orgía
que mi lengua saborea y ameniza.
Y en tu boca decanta la ceniza
y espolvorea como una ambrosía.

 En el cuenco de tu boca la alegría
y esa brasa que entre nalgas ardería


ll
Con impetuoso bouyerismo sigo
unos ojos audaces que me miran
y en esa mirada giran y deliran
otros ojos acechantes y mendigos.

Observo con fruición y con furia
las conductas lascivas frecuentadas,
y ya nada me sorprende.Abordadas
aqui son la felathio y la lujuria.

Me adentro en pasillos y emboscadas
colmadas de roces, jadeos, fricciones,
y salto del delirio a las pulsiones
como insecto sobre hierbas remojadas.

Y una gota ya caldea mis talones
como cera por los cirios derramada.
                                       

miércoles, 2 de junio de 2010

como una ortiga

como una hortiga lacera esa mirada
esa esquiva mirada que rehuye del dolor y de la pena.
resbalando en la intriga y la desconfianza.
no es nada fàcil enfrentar nuestras sombras
cotejar nuestras heridas y punciones.
Mirarnos es un riesgo una coartada peligrosa
para transfiguraciones inmediatas.
estamos dardeados por la misma espina,
de roce ambiguo de imanentes ardores,
y rumiamos miedos con el decoro de vencerlos.
esa mirada aviesa y desafiante,perdida en algun punto
donde razon y desconcierto se apoderan de nuestros sentidos.
como ortiga que duele arde  quema
hasta sangrar en el vacio de mis ojos.
como hortigas tambien desbordo làgrimas anegadas
en los surcos liminares de la tristeza.
sabe a dolorcito viejo,
de adioses escurridos en llantos lavativos.
sí como la ortiga guardo el escozor a flor de párpados
y  doy fé que duele con idéntico ardor de la primera lágrima.


sábado, 29 de mayo de 2010

El duende maldito: datos malditos

El duende maldito: datos malditos

miedos desdoblados


 Soy la hembra reprimida
tras la cruz de mis destierros
No te nombro ocelote
en mi escondite corporal.
Despojada de miedos
me entrego a tu reinado


cansado de correr tras los espectros
me encaramo en pasadizos oscuros
a tantear los contornos del amor

confesiones extremas II el que fuì hoy tambien

siempre fui aquèl que buscaba su sombra
espectral memoria de sus pasos,
entre fantasmas y audaces felonìas.
en juegos de siestas solitarias,
para combatir un hastìo recurrente.
iba y venìa por laberintos inventados,
por pistas escalectrix que me mortificaban....
pistolas de luces psicodélicas que  reventaban tìmpanos.
mas bien preferì vestirme con ropajes ambiguos,
inventarme una familia de invisibles cofrades,
hurtar perplejidades y conscitar asombros desmedidos.
Ser blanco de sospechas irrisorias,
ser astutamente sombra duende espectro relàmpago
maestro   sacerdote artista   pintor jardinero
astronauta  pianista principiante cultor de endecasìlabos
equilibrista del deslumbramiento.
siempre fui aquèl que desvarió
en un tumultuoso mar de contradicciones.
àvido  de renovados esplendores
me interne entre sombras para reinventar la luz.

miércoles, 19 de mayo de 2010

confesiones extremas

yo también  expulsé sangre por la boca una vez,en el abismo de la noche
sucumbí al zarpazo del tigre y a la urticaria  de la ortiga..
socavé memorias y lapidé mi alma bajo el peso lacerante de una sombra.
concebí la desazón de la angustia y el sometimiento.
jugué con fuego hasta arderme  en carne viva,creyendo retener el amor.
naufragué sombras en frías noches de invierno a bajo cero del estrépito.
contraje ímpetus de venéreas transgresiones,
como un zombi  volviendo de la muerte.
clavè colmillos en yugulares irresistibles
y apenumbré mi sexo  deslunado..
en secretos pasadizos y callejones.
amancebé  a placebos onanistas en sus rituales voluptuosos,
y accedì mas de una vez a  vehementes incitaciones.
me sumergí cauteloso en tortuosos laberintos como gato famèlico
tentando a jóvenes efebos a saciar su hambre y viceversa.
en resumen me entregué al riesgo permanente de socavar el misterio
y adentrarme en el mar de las pulsiones y los desenfrenos.
trafiqué pánico y desolación sin saber si al regreso sería el mismo de siempre.
yo también vertí sangre,caí en la trampa removí heridas
y me bebí sorbo a sorbo los néctares sin pensarlo dos veces.
pero casi siempre resguarde a la ternura para aquella creatura
que destruyéndome se me escapa de las manos.